María, joven de la Cofradía Penitencial del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo, nos cuenta cómo vivió el JOHC de León.
Hace apenas unos meses me planteaba si realmente estaba segura de querer ir a León, la incertidumbre me invadía, no conocía más que a un par de personas de las que iban y sería la primera vez que iba a convivir con personas de tantas cofradías, de tantas ciudades…
Finalmente fui, y menos mal que lo hice, nada más subir al bus el viernes al mediodía ya se sentía un ambiente familiar y cercano, desde un primer momento hablando y compartiendo opiniones y experiencias.
Al ser mi primera vez en un encuentro JOHC me sentí muy arropada y guiada por compañeros que ya tenían más experiencia, pero también disfruté junto con otros novatos la emoción de experimentar algo nuevo y único.
Vivimos el acto inaugural, cenamos entre las calles del barrio Húmedo de León y vivimos, en mi caso por primera vez, el acto del desenclavo y el Oficio de Tinieblas. De vuelta al hotel vimos la catedral de noche, y aprovechamos para sacar algunas fotos, que a pesar de sacar montones de ellas en ese fin de semana, las mejores son las que llevo en mi cabeza y corazón para siempre.
Procesiones, bandas de cornetas y tambores y descubrir cofradías de León y conocer otras tradiciones cofrades de España, fueron tan solo algunas de las cosas que marcaron el sábado, aunque no se debe olvidar lo mucho que disfrutamos también de la fiesta por la noche.
El Domingo tras la misa en la Catedral pusimos rumbo de vuelta a casa. Viví el orgullo de ser cofrade como nunca antes, me di cuenta del valor de compartir mi fe con los demás y de que disfrutarlo en compañía es lo mejor que me puede pasar.
Agradecida de todo lo vivido y de todas las amistades que me llevo de esta increíble experiencia.
María Domingo Casero
5 de Diciembre de 2024






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